Carretera y música

Si algo me gusta, es manejar por la carretera que va rumbo a la ciudad de México. Esos panoramas que se dejan apreciar a lo lejos entre pinos, pasto, senderos y nubarrones lejanos, siempre me han denotado un aire de tranquilidad. El fin de semana tuve la oportunidad de volver a transitar por esa ruta y el sentimiento es el mismo cada vez que me encuentro por ahí, iba en dirección a Perote acompañado del frengers de Mew,el soundtrack de eddie vedder (into the wild), entre otros cd's que nuevamente estoy revalorando en demasia. Lo más singular del trayecto a mi modo de ver, es la combinación exacta entre música y panorama que observas a través de la retina. Bosques lejanos que te invitan a caminarlos. Senderos misteriosos donde imaginas aventuras. Cabañas y poblados con su muy particular estilo de vida, lejos de la pendejez y el pinche ruido de la ciudad.
Son momentos que te transportan a un mundo propio, en el que nadie tiene espacio para hacerse notar. Sólo son la música, el paisaje y tu forma muy singular de unir esas sensaciones, lo que dan la pauta para convertir algo perecedero en un recuerdo indeleble. Música y camino. Nubes y recuerdos. Sentimientos de libertad acompañados por riffs espléndidos. Gente extraña en los poblados que no volverás a ver. Destellos de luz entre los pinos. Aires de renovación entre el viento. ¿Qué más se puede pedir cuando te encuentras envuelto en detalles así...?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Aquí estoy.
Leyendote.
Un beso.

Pac Morshoil dijo...

Pues, loco, mientras no quites la vista del camino, todo está bien. También me gusta mucho viajar en carretera. No he tenido la oportunidad de hacerlo a solas. Supongo lo disfrutaré mucho cuando suceda.

Riquísimo tu soundtrack, caón.

Y, sí; no fui a la despedida del Polo y, lo peor: fue porque me quedé dormido. Desperté a las tres y media de la mañana todo apurado y sacado de pedo, me emputé y me volví a dormir... =/

Anónimo dijo...

La fascinación de un viaje, el encanto de una carretera. Muchas veces lo importante es el trayecto y no el destino.
Entendí muy bien este texto, compañero y comparto tu opinión. La música llena perfectamente estos momentos.
A mí siempre me acompaña cuando me pongo al volante y me maravilla cantar cuando conduzco.
Acortemos pues las distancias y enhorabuena una vez más por plasmar tan bien las sensaciones que tenemos muchos.
Espero que todo vaya bien al otro lado. Un abrazo enorme.
Hasta pronto.

Mar y Sol(a veces tenue y otras no) dijo...

Poco más por pedir tu lo has descrito maravillosamente como siempre y lo trasmites de igual manera.
Un beso.

MIRONA dijo...

Que dure, es lo más que se puede pedir. Fantástico lo que describes y aunque seguramente no tengamos la misma sensación, te entiendo perfectamente, también me encanta vivir esos momentos de paisajes y música tan maravillosos. (y más si conduce alguien el coche y puedo centrarme en lo mio)

Slaudos!

dijo...

No se puede pedir más nada... es como volar por lugares mágicos, es como levitar soñando perfecciones...
mil besos

Anónimo dijo...

¿Por dónde anda tu imaginación, amigo?
Espero que ocupada en mejores menesteres.
¿Todo bien al otro lado? Seguro que sí, pues sois un gran tipo.
Un abrazo y hasta pronto.

Anónimo dijo...

¿Sigues de vacaciones?
Ya se acaba Agosto, así que a ver si vuelves con el incierto Septiembre. Se te echa de menos.
Un abrazo, compañero.