No me importó estar a la deriva entre tumultos de desconocidos. Se respiraba un aire de hermandad, emoción y desenfado, mientras el sol se escondía en el horizonte. Esa tarde Travis y Dinosaur Jr. me dieron una vuelta al pasado y dejaron claro que sigue vigente esa capacidad de asombro que sigo conservando al paso de los años.
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