Pequeños recuentos


140/100 la presión se eleva cuando un toque ríspido cruza por las formas de la cabeza (inconsistencias pasajeras). ¿Retomo?, la fatiga mental dice que ya se ha cansado de tanto viaje sin orilla visible, mejor, atravesar el velo cegador y observar la ruta que llevan mis pasos.

Encuentro inesperado en la intersección de una esquina me tomó por sorpresa, cada quien se lleva consigo fragmentos de una historia breve,larga o absurda, cada uno vive a su manera esas imágenes y creemos que al unísono se juntan por las calles ¿recuperando algo?, sólo topan para cerciorase de que ya no existen por separado (recuedo a Irena de Kundera y sonrío).

Chin!! se resbala el año como la última gota en una borrachera, irrelevantes festividades, por momentos llego a sentir un grado de estoicismo en mis dedos al no pensar homogeneamente (que es lo más natural o normal), me cubro con el manto de espectador y valoro para el interior lo que en realidad fue de interés en el transcurrir: familia-excelente, amigos-gracias, música-siempre, libros-necesarios, trabajo-porfin, amor-escondido, insomnio-de más a menos, aventuras-muchas, descubrimientos-vaya que sí...

El viento oscila lleno de imágenes, tomo las que me apetecen al contacto por puro ejercicio nostálgico y dejo las demás para encuentros fortuitos en la acera. Hay tanto ruido en la calle y nadie te pregunta si deseas realmente escucharlo. 140/100, 140/100 tic-tac,tic-tac...

¿ ?


Caminando solo o acompañado, la vida se pasea divertida en mis pensamientos. No se necesita mucho para sentirse bien -un poco de imaginación y ciertos gustos es suficiente-. La diferencia estriba en producir internamente y no importar con desmesura supositorios ansiolíticos (así lo creo). Diciembre me suena igual a cualquier mes, sólo son 31 días colmados de luminosidad, presentes y un alto grado de excesos. El tiempo cambia tu visión.

Retomo obsesiones: esquivo las gotas de lluvia al caer, aspiro la neblina, cuento los pasos de una esquina a otra, pongo atención al sonido del viento entre los pinos, dibujo más seguido, observo con detenimiento gestos femeninos (tanta similitud, con ciertos toques que los hacen únicos), encuentro nuevas formas en la música y podría seguir entre pasos.
Me agrada mucho cuestionar el interior oscilando la cuenta regresiva sobre los hombros...