Agridulce

Degusto lo dulce sin pensar en el insomnio como resultado adictivo. Cautela es la preferida para los sabores amargos, mejor agridulce, así pasaré por alto cuando la nostalgia me busque por las tardes. Algo se introduce inesperadamente. Hay mucho mundo fuera de los ojos y en ocasiones nos toma por sorpresa. Saboreo el trago analizando las olas matutinas llegando al trabajo, en lapsos al regreso y en las telarañas al anochecer. Evito la obviedad porque apesta la uniformidad (hay cosas que disfruto mejor en soledad).


Es curioso cuando alcanzo un destello en la lejanía y reponde con una sonrisa ¿agria-dulce?. ¿Quién sabe equilibrar el baumanómetro cuando ha perdido el control de las pulsaciones? y mejor que la razón no meta su maldita cuchara porque no me llevo muy bien con ella ultimamente. Son las 10 de la noche y me quedan pocas horas de sueño, ojalá que las pesadillas noctámbulas se conviertan en sueños agridulces como tu sabor (el cual me encanta aún sin probar) para hacer más comestible la cotidianidad...

2 comentarios:

dijo...

ojalá que el cambio sea posible...
y que las pesadillas sean sueños agridulces para vos...
besotes amigo

Castrodorrey dijo...

Querido amigo, si que es cierto, que ya era tiempo de volver a vernos.
Me quedo con una frase de tu entrada: "Hay mucho mundo fuera de los ojos, y en ocasiones nos toma por sorpresa"
Me gusta tanto la escritura, que alucino cuando en una frase tan corta, se dice tanto. ¿Mundo fuera de los ojos? Sin vergüenza alguna, pasamos constantemente al lado de ese mundo. Solo estamos interesados en lo que se "ve". O en aquello que -para entendernos mejor- se convierte en uniforme, obvio, normativo, que no normal. Pues "lo normal" frecuentemente es anormal. Si alguien encuentra una cartera bien repleta, lo normal, es que se la quede...jajaja...cuando debería devolverla sin dudarlo.
Bromas aparte, me parece un excelente pensamiento, y sabias reflexiones.
Felicidades, y un abrazo