-----------

Trece años se van volando, recuerdo cuando cabía en la palma de mi mano y empezaba a dar indicios de que iba a ser una reverenda inquieta, así lo fue. Los días se tranformaron en años de convivencia diaria y te das cuenta que ya es parte de la familia. Salir a diario por el barrio se convirtió en complicidad, yo tomando un respiro del día y ella por ahí buscando aromas en la hierba. Bañarla era una batalla campal, sin mencionar la forma tán sutil de conseguir lo que quería con su muy ensayado teatrito de arrumacos y miradas de perrilla maltratada -era una cabrona-. Hoy no quería llegar a casa, saber que no estaría esperando escuchar mis pasos para salir a dar la vuelta fue algo que me provocó mucha tristeza. La sensación es indescriptible. Presentía que llegaría este día en un post de hace algún tiempo. La extraño mucho.

Se me viene a la mente cuando era una cachorrita y aún estaban sus cinco hermanitos, eran como las ocho de la mañana de un domingo, Edson y yo estabamos aún ebrios por la bohemia de la noche anterior, grave error dejar la reja abierta y ver salir seis bolitas de pelo corriendo a la carretera, entre la maldita resaca, gritos y ponernos el disfraz de agente de tránsito recuperamos a cada uno de los inexpertos perritos.

Recuerdos así mitigan por momentos la tristeza que ahora cala. Toda una historia que guardaré a mi manera. La ruta de los vínculos con los seres queridos está amenzada por los riesgos, nos deja expuestos ante la pérdida -jodidamente expuestos-.

8 comentarios:

le consentement tacite dijo...

el perrito que más hemos querido murió ahorcado.
La palabra: plarcult... ¿culto a ...?
Lo bueno de la detención de actividades en este puñetero lugar es que puedo revisar blogs y enviar comentarios :p
Saludos

Leandro dijo...

La verdad es que perder a un ser querido es jodido. Cuando mi perro nos dejó, despues de darnos 18 años de amor, fue muy triste... Le escribí algo que hace poco volví a publicar. te entiendo perfectamente.
Un abrazo

Si tenes tiempo, despues leete esa historia

http://historiasdesesperadas.blogspot.com/2008/09/ausencia-para-nippur.html

Anthonella dijo...

Si los años, son inclementes y la sosrpresa es cuando despiertas, y ves que han ya psado muchos años .

çCuidate

grettel j. singer dijo...

buen piper, te comprendo tanto. perder a un perro es como perder a un familiar, a un amigo querido. es muy triste, muy triste. uno extraña muchísimo y bueno, en comparación con la nuestra, la vida de los perros es tan corta que uno más o menos sabe que va a pasar por esa agonía.
te dejo toda mi luz, a ver si eso te ayuda en algo.
un beso

p.d. la palabra de verificación que me pide tu ventana para dejar el comentario es parasupet (parasuanimal). qué coincidencia no?

Ro. dijo...

Hola! vengo a visitar despues de tieeeempo... veo ke hubo un cambio de imagen
=0

saludos dejaré por ahora.. ando perdida, pero dando señales de vida

MIRONA dijo...

Änimo, los recuerdos felices son los que empujan las nuevas horas...

Saludos

Maktub dijo...

No hay reemplazo, me recordaste a Tigre (Gatito). La nostalgia de saber que no estará imaginando a mundo día a día. Fuerza, Piper. Hace tiempo que no pasaba por sus pagos, acá andamos de vuelta. En esta noche de lluvia me puse a recordar. Paz Piper..

Manco Cretino dijo...

Lamentablemente creo tener un callo que me impide encariñarme demasiado (posiblemente se deba a que ya he llorado durante mi niñez demasiados perros, y enterrado otros tantos desde mi adolescencia).
Saluda... Manco Cretino