El interruptor

Entre el parloteo de gente me encontraba mirando aquel rostro, que en meses pasados sonreía sin aparente aflicción o descontento con la vida, ahora se notaba ausente y callado, lejos muy lejos de donde alguien pudiese notarlo. Me preguntaba ¿cómo sería la transición al otro lado de la línea?, será que una vez cruzado el límite a lo desconocido, ¿habrá alguna extensión propia que nos coloque en un punto en donde aún se pueda sentir?.
Realmente no sé cómo sentirme en estas situaciones, no sé si estar triste, tranquilo ó indiferente, la verdad es que normalmente no logro definir el estado de ánimo que me provoca cuando el interruptor apaga la vida de una persona y pone fin a su estadia en este mundo. Cierto es que el panorama no es muy alentador en esos instantes e invariablemente prefiero mantenerme al margen del dolor ajeno, el cual desde mi punto de vista es algo tan íntimo y no debemos tratar de mitigar con palabras de aliento que no harán más que un eco por el momento.
Regresaba a casa manejando en carretera con mi papá platicando sobre lo sucedido, sobre la vida misma, sobre diferentes temas a los cuales no hay respuesta lógica y por momentos hizo arribo el miedo ante lo desconocido. Hubo ciertas frases que menciono mi padre, que hicieron mella en mis pensamientos, creo que sólo hay que tratar de vivir con pasión lo que esté destinado para nosotros, porque nunca sabremos cuando será la última vez...

2 comentarios:

gotitas de amor dijo...

Hay que disfrutar todo lo que puedas, no dejar de vivir experiencias nuevas, hacer aquello que deseas, amar apasionadamente, intentar ser feliz, mirar intensamente y por largo rato a tus hijos, besarlos largamente todos los dias, decirles siempre que los amas, hacer reir a tus seres queridos, para que cuando tu cuerpo se apage quede el recuerdo de tu sonrisa, tus besos, tus abrazos y la intensa mirada de tus ojos.

Besos congelados.
Hoy no dire nada acerca de tus pajeras letritas ok?

Anónimo dijo...

Vivir con pasión es la clave compañero. Tu padre es un hombre sabio y bien por ti si te quedaste con esa enseñanza.
La confusión nos rodea, hay demasiado ruido, pero mirando dentro de nosotros mismos, podemos encontrar siempre las respuestas, así que te animo a ello para cuando no sepas qué linea cruzar.
Me gusta perderme en tus reflexiones, en tus desahogos del alma.
Cambiando de tema, decirte que en mi desván hice una fiesta de homenaje a uno de mis ídolos, así que te invito por si te quieres pasar a tomarte una Coronita bien fría. Je, je, je.
Un abrazo amigo.