Pequeños recuentos


140/100 la presión se eleva cuando un toque ríspido cruza por las formas de la cabeza (inconsistencias pasajeras). ¿Retomo?, la fatiga mental dice que ya se ha cansado de tanto viaje sin orilla visible, mejor, atravesar el velo cegador y observar la ruta que llevan mis pasos.

Encuentro inesperado en la intersección de una esquina me tomó por sorpresa, cada quien se lleva consigo fragmentos de una historia breve,larga o absurda, cada uno vive a su manera esas imágenes y creemos que al unísono se juntan por las calles ¿recuperando algo?, sólo topan para cerciorase de que ya no existen por separado (recuedo a Irena de Kundera y sonrío).

Chin!! se resbala el año como la última gota en una borrachera, irrelevantes festividades, por momentos llego a sentir un grado de estoicismo en mis dedos al no pensar homogeneamente (que es lo más natural o normal), me cubro con el manto de espectador y valoro para el interior lo que en realidad fue de interés en el transcurrir: familia-excelente, amigos-gracias, música-siempre, libros-necesarios, trabajo-porfin, amor-escondido, insomnio-de más a menos, aventuras-muchas, descubrimientos-vaya que sí...

El viento oscila lleno de imágenes, tomo las que me apetecen al contacto por puro ejercicio nostálgico y dejo las demás para encuentros fortuitos en la acera. Hay tanto ruido en la calle y nadie te pregunta si deseas realmente escucharlo. 140/100, 140/100 tic-tac,tic-tac...

¿ ?


Caminando solo o acompañado, la vida se pasea divertida en mis pensamientos. No se necesita mucho para sentirse bien -un poco de imaginación y ciertos gustos es suficiente-. La diferencia estriba en producir internamente y no importar con desmesura supositorios ansiolíticos (así lo creo). Diciembre me suena igual a cualquier mes, sólo son 31 días colmados de luminosidad, presentes y un alto grado de excesos. El tiempo cambia tu visión.

Retomo obsesiones: esquivo las gotas de lluvia al caer, aspiro la neblina, cuento los pasos de una esquina a otra, pongo atención al sonido del viento entre los pinos, dibujo más seguido, observo con detenimiento gestos femeninos (tanta similitud, con ciertos toques que los hacen únicos), encuentro nuevas formas en la música y podría seguir entre pasos.
Me agrada mucho cuestionar el interior oscilando la cuenta regresiva sobre los hombros...

4:50 p.m.

Diez para las cinco de la tarde, miré el reloj de pared que se encuentra al lado derecho del escritorio. Garabateo con el lapicero en mi libretilla de notas,teléfono, paso la llamada a mi superior, sigo jugando con la tinta sobre el papel. La tripa me recuerda que ando hambriento, acto seguido la señorita de contabilidad hace su aparición en la oficina, ojos muy lindos, cabello corto, piel blanca, manos delicadas, aroma exquisito, labios antojables y llamativa por donde se le vea.


Entrega unos oficios, sello de recibido (sonríe para mis ojos embelesados). Platicamos durante el trayecto hacia la cafetería, carcajea con mis atinados comentarios, quedamos en salir por la noche, en la velada nos insinuamos el gusto por ambos, juntamos los labios en una aventura sin propósito alguno, renovando las ganas de llegar quién sabe a dónde, me abraza timidamente, nos vamos por la noche tomados de la mano.


Observo como se aleja de la oficina contoneando su femenino cuerpo (me agrada mucho), INTERRUMPEN DE GOLPE MI FUMADA MENTAL y llevo los oficios segundos atrás sellados con mi jefe para revisión. Guardo mis cosas en la gaveta, el Lic. Figueroa se acerca delirando mi entrada a la quiniela de la liguilla ($100 p/p a ganar $2,000), gracias pero mejor pa'la otra. Ya no aguanto el hambre, al rato que llegue a mi casa -pienso- comeré como bestia enjaulada, abro el solitario, no acabo la partida, reviso las actividades de la semana, suena el teléfono again, tomo nota (ya será mañana compañero). Al rato quiero una cerveza y cotorrear con la banda, juego con el lápiz, se cae del escritorio (ahí que se quede).


Me avisan que mañana tengo que ir a Veracruz a corroborar si el parque vehícular comprado está al pie del cañón, perfecto!! (asiento con la carota), carretera-salir de las horas nalga-andar lejos. Cinco en punto, hora de la retirada, nublado desde la ventana, tomo la chamarra, me despido, circulo el pasillo hacia el checador mientras reclama mi estómago que le tire algo de combustible.

De elucubraciones,encuentros y antojos

Andaba en el centro de la ciudad buscando la edición especial de "marvel zombies vs army of darkness", finalmente la localizé y compré en el acto. Prosigo mi turisteada y no puedo sacar de mi cabeza in rainbows (radiohead) de mi cabeza -me ha caído perfecto para cerrar el año-. Los días transcurren vertiginosamente, caigo de la resbaladilla y estoy en pleno noviembre a punto de finalizar el año,¿qué ha pasado en el trancurso?. Como ando de antojos, me llevo a la boca un chocolate mientras pienso en esas cuestiones y la tarde se distorsiona entre el bullicio.


El amor se me antoja posible-distante al encuentro de un amigo y su novia, entre saludos, risas y abrazos decidimos ir por unas cervecitas para ponernos al tanto de nuestras vidorrias. La plática discurre sobre el nuevo cd de los killers, que si radiohead viene a México pero ya se agotaron los boletos, magistral el absolution de muse y su black holes, su viaje a real de catorce -lo cual vuelve a llamar mi atención porque se suma a comentarios que he recibido-, que unos amigos ya se casaron y otros ya tienen hijos, asiento para acompañarlos el domingo a cortar un pino para el diciembre que está a la vuelta de la esquina. Se besan tiernamente entre arrumacos y miradas que sólo las parejas pueden descodificar a la luz de los demás(me da gusto ser espectador de las cosas simples).


Cuarta ronda, risas, surgen comentarios irónicos sobre temas de interés socialité y demás tonteras inherentes al materialismo abrumador. Llegan a la mesa dos amigos más, previa llamada elaborada por Martha (novia de Isidro) media hora atrás. Mato el antojo de un cigarro con la primera bocanada y todo se torna como los viejos tiempos donde los sueños juveniles juntaban los ideales propios de la pubertad. Lo único que dejó el pretérito son estas sinceras carcajadas y el alcohol frecuentado cada quien por su lado. La amistad me parece más auténtica que nunca inmerso en este encuentro inesperado, puntos de vista propios y ajenos con respecto al amor se hacen presentes. Cada día pienso más que la fe es cuando llevamos en la cabeza y corazón algo que tiene sentido.


Llegó la hora de retirarse entre buenos deseos, reunión próxima semana, números de teléfono para no perdernos demasiado. Me fuí caminando con Marce por el centro mientras refería historias de su maestría en el DF, lo cual la mantiene muy locuaz porque está en el apartado de historia del arte y se le hace bolas el barniz con tanta información y referencias. Un abrazo nos alejó por la iglesia de San José y tomé la ruta hacia mi casa. El frío de madrugada cala bastante en mi rostro, estoy contento después de todo y el ipod me invita a elucubrar : I'am all the days that you choose to ignore, I'am all the days that you choose to ignore, camino pensando qué es lo que realmente sigo extrañando...

El señor 42


Resulta que mientras espero el autobús para ir al trabajo, aprovecho para ver parte del amanecer en el horizonte (espectáculo que día a día le tomo más cariño). A eso de las 5:45 de la mañanuca entre el frío y el bostezo ya estoy ubicado en mi asiento correspondiente. Llama mucho mi atención el señor del asiento 42, bajito, algo regordete, sereno, correcto, canoso y muy metido en su mundo. Parece que una burbuja lo mantiene aislado del resto.

Todos los días va leyendo algo parecido a una biblia en formato de bolsillo, no distingo bien, pero tiempo después cambia a otro libro que contempla junto a la ventana. Sólo externa saludos protocolarios a los demás pasajeros -no más-. Guarda cuidadosamente la lectura en su portafolio, siempre es el último en bajar la escalinata hacia la acera y sin más se pierde entre los que darán inicio a la jornada laboral.

Finalizado el tiempo reglamentario para comer me fumo un cigarro mirando el mar desde la entrada a la oficina -me agrada mucho la vista desde ese lugar, allá se denota calma y belleza; mientras acá todos se esfuerzan por subsistir-. El señor 42 se encuentra sentado en el descanso de los escalinatas que llevan al estacionamiento leyendo ese libro nuevamente, tranquilo, muy dedicado lo encuentro, me intriga mucho lo que mantiene fija su atención y he pensado hacer plática, desisto,no me gustaría interrumpir su concentración. Regresa por su ruta acostumbrada hacia su edificio y se esfuma hasta la hora de regreso a Xalapa.

Hace un rato en el pasillo del transporte alcanzé a escuchar lo que espetó un trabajor: siempre leyendo, siempre leyendo; interrumpí a los hives de mis oídos y con gracia escuché al señor 42 diciendo: así es compañero, el cerebro es un músculo que cotidianamente tenemos que ejercitar. Se encontraron nuestras miradas y brotó una sonrisa singular entre ambos. Regresé a la música mirando la carretera, aún no sé cómo se llama, pero ya me cae muy bien el señor 42.

Efectos nocturnos por saturación de información.Tiempo estimado: 3 semanas

BOSQUEJO 1
Me encontraba llegando a reino aventura caminando despreocupado por el laberinto de juegos mecánicos, gente, puestos de perros calientes y maravillado por estar en el reino de la diversión sana. Tomé una ruta que me colocó en el espectáculo acuático, colmaban los gritos en la gradería por el festejo en el agua salina, leones marinos, focas, tiburones blanco ( =/ ) y los muy destacados e inteligentiosos delfines. AAHHHH!!!, OHHH!!!!, APLAUSOS Y MÁS APLAUSOS!!!, el entretenimiento bullía alegrando a las familias presentes.

Acto seguido hizo su aparición un desastre natural, la tierra comenzó a temblar, la gente a gritar, el cielo se torno negro y amenzador, en definitiva la catástrofe se desataba terrorificamente entre auxilios, socorros, salvense quien pueda!!!. Salí del recinto, el ir y venir de la masa acrecentaba a cada arremetida de la tierra que abría el suelo por doquier. A lo lejos miré a Miguel Angel Cornejo dando una de sus múltiples charlas sobre superación personalizada a una veintena de pendejos -que supuse- adoran las salidas fáciles para disque ser requete exitosos en la vidorria (qué madre hace este wey aquí pensé), pero ya me encontraba corriendo para salvar mi pellejo cuando me encontré a mis primos con mi hermano en el tumulto.

Córrele wey!!! que nos va a cargar la chingada!!! me dijo mi hermano Luis, mi primo "el venada" (porque usa lentes) me agarró del brazo y me jaló hacia la salida. Esperen!!! no manchen!!! dijo el Ari (otro primo) no encuentro al virul, creo que se quedó dentro de esa madre!!!. Excelente noticia cabrón!! y ahí vamos a contracorriente el cuartero de audaces primos al rescate del quinto perdido. Los juegos se desplomaban uno a uno por las escalas richter que iban en aumento, las señoras despavoridas gritaban entre ademanes exagerados, la rueda de la fortuna aplastaba al que se le pasara enfrente. A los lejos logramos ver al virul que se acercaba velozmente en un carrito chocón color naranja, bájate cabrón!!! porque nos vamos a morir aquí...
BOSQUEJO 2
Torno la calma, ya era de noche y no sé por qué, pero no habíamos salido del reino de la aventura (ahora de la desgracia), caminabamos con un aire gélido entre ambulancias y socorristas. Dimos vueltas presurosos colocándonos de nuevo a donde horas-minutos-segundos atrás estaban las bestias marinas dando su espectáculo. Escuchabamos las risas de los niños muy cerca de nuestos oídos pero no veiamos a nadie, sólo estaban los delfines paseando en el agua. El horror enchino todita mi piel cuando nos percatamos que las voces de los niños provenían del interior de los delfines. Risas estruendosas discurrían desde los cetáceos - maldito miedo sentía -, llegó mi papá como si nada y nos regaño argumentando que nos fueramos a la casa porque era tarde y teniamos que ir a la escuela...

BOSQUEJO 3

Estaba solo en mi casa mirando desde la ventana que da a la calle, el cielo era de una tonalidad rara entre naranja, morado y azulado. Eran como las 7:30 p.m. los ruidos en el cielo me alertaron inundando de una sensación demasiado extravagante mi cuerpo para definirlo como miedo. Pasaron cerca de 15 ovnis sobrevolando el barrio donde vivo iluminando sigilosamente con luz halógena las calles como patrulla fronteriza. Me agachaba con pavor desmesurado para no ser descubierto, los sonidos intergalácticos se acercaban a la ventana, las luces entraban a la habitación y yo ya estaba muerto de nervios. No se en qué momento salí por la parte trasera de la casa y ya me encontraba en la playa, había muchísima gente, trataba de decirles que los ovnis venían pero no podía sacar palabra por la boca. Todos esbozaban gestos pero nadie hablaba, gritaba con demencia pero no escuchaban -me encontraba en una playa autista? o qué se yo -. Noté una rara y deformada apariencia entre los presentes, a simple vista se veían normales, pero la sorpresa fue percatarme de que todos tenían la cabeza al revés (parte frontal del rostro sobre la parte posterior del cuerpo),es decir, donde debería estar nariz, ojos, boca, se encontraba la cabellera y a la inversa. Me horrorizé y desperté espantado...

BOSQUEJO 4

Estaba sentado en la parte trasera del salón de clases, garabateaba la butaca con obscenidades grotescas propias de la pubertad que experimentaba. Me decía mi cuate el Chavez que la cascarita estaba lista para las 10:20 a.m. hora del recreo, reiamos y nos burlabamos del buen amigo verruga atestándole con bromas acerca de las protuberancias en sus manos morenas de mexica. Entró la maestra de inglés y no recuerdo que decía, por la flojera que nos producía la clase nos salimos escapando al patio central. Ya en el patío, empezó un desfile de uniformes parlando por doquier, entre la multitud alcanzaba a ver a dos ex-novias (conocidas en la universidad) platicando jocosamente con mis archienemigos de la escuela. Extrañeza y rabia se hicieron presente ante la duda de cómo carajos conocían a esos bellacos si aún faltaban años para que yo me vinculara con ellas, se reian de mí a unos metros mientras se dejaban acariciar y besuquear por aquellos tipejos (entró mi raciocinio en acción y supe que estaba soñando). Arremetí con dos puñetazos al par de granujas y mis manos se tornaron similares a las del ilustre Gael en la ciencia del sueño, que buena madriza les propinaba mientras mis futuros amores maldecían mi acción... desperté enojado.

**********************************
Vaya situaciones devenidas en sueños fabulosos y raros pienso ahora que escribo. Se me hace que todo esta congoja es producto de la saturación obtenida estas últimas semanas por imágenes, pensamientos y lecturas nocturnas. Nótese a continuación la fórmula (intuyo) que desencadenó esta alegoría de ensoñaciones noctámbulas:
Lecturas
Narraciones extraordinarias
Bola de sebo y otros cuentos
Bartleby el escribiente y otros cuentos
El retorno de casanova
El extraño caso del dr. Jekyll y el sr. Hyde
De perfil
Casi un objeto
+
Cine
Happiness
Story telling
factory girl
4 meses, 3 semanas, 2 días
Before sunset
Todo lo que siempre quiso saber sobre sexo y nunca se atrevió a preguntar
Trilogía del señor de los anillos
El orden del caos
+
Un poco de altibajos emocionales...

Sucesos apócrifos

¿Y si hubiera despertado aquella mañana con ganas de verla?, simplemente extraer un poco de aquella energía que me provocaba al pensarla junto a mí. Tal vez, estariamos hoy día riendo ó haciendo más llevadera esta vida que nos ubica en universos paralelos. Si no me hubiera lastimado la rodilla aquella tarde y peleado con el entrenador, podría estar en otro relato de mi vida que soñé mucho. Movimiento de hombros. Segunda bocanada de tabaco. Ayer terminé una lectura que me ha dejado muy contento. ¿Más culto? a quién carajos le interesa la pretensión que discurre en oídos sordos.
Recuerdo los atracos que haciamos en la cafetería de la escuela dos amigos y un servidor. Me transporto, sonrio, qué bueno que fue así, hicieron la secundaria más alegre y emocionante de lo que esperaba. Si no hubiera formado parte de esa bandita de granujas, tal vez hubieran sido más tardios mis roles al billar, mi primer cigarro, las peleas, las idas de pinta, mi primera borrachera, el primer contacto calenturiento con la niña del 2° "c". También se pudo haber manifestado de otra forma - en fin-.
La preparatoria y la universidad también corrieron con la misma surte. Cosas buenas, no tan buenas, malas y no tan malas. Todo es un ir y venir. El tiempo pasa lamentablemente muy rápido, los recuerdos enmarcan nuestro transcurrir. Algunos se olvidan, otros permanecen ahí para ser rescatados o cuestionados cuando deseamos ponerle un granito de ficción y darle otro orden en la mente.
Es muy cierto que cada acto de nuestra vida no puede ser definido o controlado en el instante mismo de llevarlo a cabo. No tengo con qué presagiarlo, puesto que no he vivido más de una vez en este mundo -no que yo recuerde-, ¿contra qué lo comparas?. No hay respuesta, simplemente lo haces o no. ¿Arrepentirse? no lo creo.
Situar lo que ocurrió en el contexto de lo que pudo haber acontecido es para mí un ejercicio divertido -no apto si eres depresivo por elección-. Haces una historia contrafactual de los hechos y te dejas llevar por el segundo acto manipulado a tu libre antojo. De vez en cuando es muy estimulante...

Una vez me correteo el He-Man!!!

Pasadas las 3:00 p.m. veniamos llegando de pasear con mis tíos,mi abuela y primos que en aquella ocasión habían venido de visita a Tehuacán Puebla, lugar donde radicabamos hace algunos meses por motivos del trabajo de mi papá. Tenía unos 7 años, me encontraba muy contento porque me habían comprado una pelota de fut y llevaba una paleta de helados holanda en la mano.

La tarde se mostraba perfecta, con un sol radiante y un azul en el cielo sin nube que le estorbara. Finalmente cansados a la entrada del portón de departamentos donde el laberinto de puertas y ventanas nos llevaba al segundo piso, comenzé a percibir que algo no estaba bien por la forma en que me miró mi hermano desde el incio de la fila de primos (nunca olvidaré su mirada). En ese preciso instante la adrenalina hizo su aparación desde la punta del pie hasta el último cabello de mi cabezota, al descubrir a la distancia al dueño de mis martirios diarios en aquellos años. Se trataba de un dálmata gigante con las patas enormes, ojos delineados por un tono rosado y un pecho hinchado como si practicara halterofilia el maldito canino; en el momento justo que se cruzaron nuestras miradas supe que lo inevitable se había desatado.

Se incorporó la bestia de un salto, cuando entre voces de mi papá y mamá (agarra a Paco o espanta al pinche perro que ya ves como se pone el chamaco), salí en el acto de la fila y ya me encontraba en plena calle tirando la paleta tan sabrosa que estaba disfrutando y el balón salio disparado quién sabe por dónde. Dí inicio a una carrera digna de unas olimpiadas porque sabía que el he-man estaba justo detrás mí y en efecto me seguía a paso veloz por la cuadra.

Los malditos nervios y un sin fin de sensaciones espantosas llenaban mi mente nublando cualquier idea inteligente para enfrentarme a mi rival que se aproximaba cada vez más y sentía que en cualquier momento me mordería o qué se yo. Transcurría la vuelta a la primera esquina de la manzana, entre la gente, me iba escurriendo de manera magistral por el pinche miedo que me invadía cuando dejé de escuchar los ladridos del mentado animal, disminuí un poco el paso, acto seguido salió el he-man de nuevo entre las personas más en chinga que nunca!!!, las lágrimas brotaron a borbotones y aceleré el paso sin voltear más.

Finalizaba casi la primera vuelta a la manzana, veía a mis primos a las risas afuera de los departamentos con toda mi familia que intentaba decirme quién sabe qué cosa, pero el pavor me hizo pasarlos de largo y seguir con mi maratón con el mentado perro atrás. En mi segundo intento por perderlo a máxima velocidad, noté cómo ya no sentía mis piernas, pero eso no me impidió que ganara la adrenalina renovando mi esfuerzo por apresurar el paso, las lágrimas seguían escurriendo por las figuras borrosas que entraban por mis pupilas y escuchaba a la gente burlarse de mi personita quejunbrosa.

Segunda vuelta en círculo y casi daba por finalizado el circuito, cuando volví la vista atrás, he-man se veía rezagado y un poco atolondrado. Casí llegaba de nuevo al portón y observé a la distancia a las muchachas de la tortillería que reían sin parar y con el tiempo las pude odiar a más no poder. Llegué a los brazos de mi papá que me cargo al instante (uno de los abrazos más significativos en mi niñez), me sentí aliviado. Salio el dueño de he-man y le pegó con un periódico hasta meterlo a su casa. Todo terminó entre risas de mis primos y tíos, con dos cucharadas de azúcar, un vaso de agua y una siesta que se prolongó hasta entrada la noche...

Falling safely to the ground

Abrí los ojos este domingo, levemente nublado desde la ventana. Desayune un poco, prendí la tele y nada interesante. Mejor me puse a leer la revista mensual que compré el jueves, retomé los diarios de Salvador Elizondo (me gustan algunas de sus ideas y desdenes). Al medio día recordé que ya está abierta la feria del libro (habrá que ir por la tarde).
Mi abuela ya está de nuevo en Xalapa en un lugar que le rentaron mis padres. Ayer vi su mirada que denotaba algo de melancolía -me conmueve mucho el semblante de una persona de edad avanzada- parece que vislumbran más cerca el final.
Llegando a la feria me tope con una pareja de payazos de esos que andan en los camiones -los rasgos rudos y la forma de dirigirse a su compañera por parte del primero me recordaron a Zampanó de Fellini-. Compré dos libros que me interesa leer y un tercero por curiosidad. Anduve dando vueltas para matar el tiempo. Entre los pasillos me encontré a una personita con la que tuve un breve romance hace algunos meses, se veia muy guapa. Su aroma entró facilmente por la nariz confirmando que aún no se olvidan los destellos de aquellos días. Todo se resumio a monosílabos. Nos despedimos, me sentí algo extraño. Hubiera platicado un poco más, pero no me gusta hacerme el interesado por algo que no tendrá continuidad (se me hace una reverenda pendejada decir: "ahora somos buenos amigos", qué estupidez). A la distancia volví a mirarla (me sigue gustando mucho). Salí poco antes de las 6:00 p.m. Caminé cerca de media hora con música al oído. El cielo y el aire se tornaron excelentes acercando ideas y más ideas que sólo permanecen ahí latentes.
"HAVE NO FEAR FOR WHEM I'M ALONE. I'LL BE BETTER OFF THAN I WAS BEFORE", pensaba mucho en esas líneas de la rolita que escuchaba poco después de ser participe de una discusión en la lejanía por una pareja (creo que ser protagonista de algo así en estos días me estorbaria totalmente), hay otras cosas que me interesan más en estos momentos que gastar energías por hacer duradero algo con fecha de caducidad.
Regresé del paseo contento por lo adquirido. Teléfono, mi tío desde Brazil marcó para saludar (cada vez se nota más lo portugues en su tono de voz), la familia se reunio para platicar un rato con él y desearle lo mejor. Recordé cuando iba a correr con él por la playa hace muchos años, también aquellas cascaritas futboleras entre primos que no se han vuelto a repetir y tal vez nunca llegarán.
Ahora pierdo el tiempo sentado frente al monitor, creo que esta noche empezaré a revisar mis compras de la tarde...

El espectador

Se asoma a la circunstancias, no desea mirar realmente. Entiende que hay ciertas cosas de las cuales se puede prescindir sin ningún problema y que no causarán sentimientos de añoranza o pérdida. Son vanalidades que van en aumento, acentuadas por los que le rodean. Cómo pueden cambiar las percepciones en cuanto a lo que denominamos "felicidad". Sonríe y la indiferencia cubre la mente...
El peso de una sociedad enajenada gana la batalla y sigue operando la neurosis grupal por alcanzar cosas,cosas,cosas,cosas en la distancia. Repulsión y lástima llegan de repente por todos lados acaparando los sentidos.Todo se vuelve en exceso maleable para su dicotomía,hasta el punto de convertirse en simple marioneta dentro del espectáculo avasallador de burlas gastadas.
Camina sin voltear. Solo, se maneja esquivo ante el panorama desolador de saberse entre muchos. Mofarse o ceder. Se pregunta una y otra vez durante esa mañana soleada del año en curso, la cual lo invita a moverse en otro tiempo, en otro espacio, tal vez más seguro para la experimentación que va viviendo...
Al paso de las horas cae vencido de su alegoría sin justificación alguna, despierta del ensueño ficticio creado en días pretéritos y toma un curso relajante para su aflicción enfermiza. Lejos de las normas preestablecidas, lejos de las batallas por obtener más, lejos de si mismo, lejos de su ansiedad, coloca al aire la mirada del espectador que con desdeño se burla de su caminar...



Carretera y música

Si algo me gusta, es manejar por la carretera que va rumbo a la ciudad de México. Esos panoramas que se dejan apreciar a lo lejos entre pinos, pasto, senderos y nubarrones lejanos, siempre me han denotado un aire de tranquilidad. El fin de semana tuve la oportunidad de volver a transitar por esa ruta y el sentimiento es el mismo cada vez que me encuentro por ahí, iba en dirección a Perote acompañado del frengers de Mew,el soundtrack de eddie vedder (into the wild), entre otros cd's que nuevamente estoy revalorando en demasia. Lo más singular del trayecto a mi modo de ver, es la combinación exacta entre música y panorama que observas a través de la retina. Bosques lejanos que te invitan a caminarlos. Senderos misteriosos donde imaginas aventuras. Cabañas y poblados con su muy particular estilo de vida, lejos de la pendejez y el pinche ruido de la ciudad.
Son momentos que te transportan a un mundo propio, en el que nadie tiene espacio para hacerse notar. Sólo son la música, el paisaje y tu forma muy singular de unir esas sensaciones, lo que dan la pauta para convertir algo perecedero en un recuerdo indeleble. Música y camino. Nubes y recuerdos. Sentimientos de libertad acompañados por riffs espléndidos. Gente extraña en los poblados que no volverás a ver. Destellos de luz entre los pinos. Aires de renovación entre el viento. ¿Qué más se puede pedir cuando te encuentras envuelto en detalles así...?

El rompecabezas

Seguido desde el inconsciente por ráfagas intermitentes, se toman ideas latentes para convertirlas en polvo matutino. Allá lejos donde todo se torna irreconocible, las formulaciones carecen de validez para defenderse de los días que las van olvidando. Los cambios siempre llevan un ápice de mejora cuando menos lo pensamos, aunque pareciera lo contrario. Mejor callar y caminar la fina línea de nuestras acciones imperceptibles. Pareciera que las situaciones van acomodando de manera sustanciosa la forma del rompecabezas.
Quitas una pieza - colocas otra. Mueves aquellas que creias inamovibles, comprendes con la acción que tu decidia y falta de valor es lo que las hacía permanecer ahí, como si en verdad se hubiesen ganado tal lugar. ¿Era o lo creias dificil?. Tomas otras piezas dentro de las cientas que aún falta colocar. Te impactan los nuevos colores y formas de las que se descubren al azar. Asientes con la cabeza y vas dando inicio a otro panorama. Te agrada lo que va dibujando y sigues en la escena. El tiempo va moldeando cada decisión para el plan maestro, mirando el horizonte comprendes el ¿por qué? de muchas interrogantes, te preparas para equivocarte menos, haces una maleta imaginaria para amanecer en otro bosquejo. Caminas decidido y poco a poco vas dejando por escondrijos las cenizas de esas piezas que ya se han extinguido...

Oscilando...


La retina no encuentra punto de intersección. La luna sigue ahí para los noctámbulos, mientras el sol ilumina lo que desea, pues es su oficio, no más. Miras al espejo, sigue reflejando una metamorfosis insuficiente. Correlación de días por explorar. Deseos: muchos, planes: en mente. La asertividad obliga a seguir en movimiento.

Conjeturas translúcidas pegadas en la frente, inquietan el sentido. Abres caminos sin cerrar los ya recorridos, sólo se yuxtaponen las circunstancias. La niebla de los días se va disipando con la maraña de disparates que se conservan aún en los bolsillos. Tan sólo falta enfocar el punto perdido...

Pausas


Recorre vacilante callejuelas lejanas. Piensa, siente, no acierta con las palabras. Mejor tomará un receso reparador para los dilemas. Permite que el tiempo colapse con esa luz intermitente. Nace la necesidad imperiosa de la autoayuda. La suerte está echada por la vomitiva risa fugaz a cada momento. Las percepciones toman caminos reflejados en el laberinto de la mano -escondidos por ahí y por allá-. Imagina y rectifica. Sueña y despierta, despierta y sueña -algo totalmente indecible-. Recuerda una charla sostenida con un amigo días atrás, le reconfortan aquellas frases que se escaparon por la garganta conciliando sentimientos a la par. Todo se está tornando con un nuevo brío, el cual decifra días apacibles por recortar. Las circunstancias dictan que es tiempo de volver a empezar. Titubea, mira por la ventana, describe para sí el ir y venir de la ciudad. Toma una pausa en el tiempo y decide olvidar...

Hombres,animales ó un poquito de los dos...



-¿Por qué estás temblando cabestro?
- Pues porque no se a dónde me llevan.
- Tranquilo cabestro, vamos a una de las celebraciones más imbéciles de toda la historia.
- Ahh Si!!, y ¿de qué trata la celebración? si me puedes explicar compañero, porque no entiendo nada...
- Pues vamos a Pamplona a la fiesta en honor a San Fermín, el primer obispo de Amiens.
- Pues disculpa mi ignorancia pero no entiendo de qué me hablas.
- No te preocupes cabestro, porque toda la gente que llega a la fiesta popular ni sabe realmente por qué está ahí, sólo les interesa el lanzamiento del chupinazo y correr como perennes a unos metros de nosotros...
- ¿Cómo dices?, ¡vamos a correr atrás de los hombres! ¿Para qué?...
- Pues nosotros somos parte del encierro, el cual es una carrerita próxima a un kilómetro y que debemos cruzar con nuestro aire de ferocidad llevándonos entre las patas a los valientes - más bien imbéciles - que en ella se atreven a correr como tratando de probar algo y realmente no sé bien qué; pero ya sabes cómo es el ser humano para este tipo de celebraciones patrioteras que no caen más que en la futilidad de su condición, cuestión que nosotros los animales no debemos reprobar debido a que carecemos de inteligencia y sentido común...
- A qué cosas amigo toro, oye y ¿podemos dejarle ir el pitón al que se atraviese?
- ¡Claro mi cabestrito!, de eso se trata esto. Ellos (los valientotes) corriendo desafian nuestra ferocidad que yo la traduciría a nerviosismo, miedo y desesperación ante la algarabia de los que se congregan. Y nosotros -creen ellos- tratando de alcanzarles para lastimarlos, cuestión que invariablemente ocurre debido a su falta de criterio al querer competir con menos peso y destreza.
- El año pasado cabestrito, me llevé entre las patas a dos extranjeros pero sin mala gana, lo que pasa es que se tropezaron entre el alboroto y no tuve más remedio que pisarles a los dos que gritaron como gata en celo una noche cualquiera. Por eso estoy de nuevo por acá, debido a mi aire de salvajismo desmedido lo cual goza mucho el espectador sanguinario de estas fiestas que forman parte de una cultura -lo cual dista mucho de eso-, pero los estudiosos dicen que así es y así será por los siglos de los siglos amén - no olvidemos que es fiesta religiosa-.
-¿Extranjeros? !!!a poco es muy famosa esta calebración!!!
- Claro cabestrito, imagínate que Ernest Hemingway en un libro que redacto por ahí, dio mucha fama a esta pretención colectiva. Pero con los tiempos, los medios de comunicación han llevado nuestro festival a casi todo el mundo (llevándose a cabo miles de imitaciones más por el resto del planeta, pero ninguna como la nuestra). Así pues, el morbo y el mal gastar el dinero hacen que los extranjeritos vengan a darse un baño culturoso a nuestras tierras y una que otra cornada para que regresen con buenos recuerditos a sus países proclamando que han viajado a lo extremo.
- No pues qué te puedo decir torito, la verdad es que me siento muy nervioso, confundido y temo por mi seguridad. Pero si es como tú dices, pues arremeteré contra una que otra persona para elevar la emoción de los otros animales - perdón de los espectadores -.
- Así debe de ser mi cabestrito, ya vas aprendiendo de los placeres bestiales que gustan a los hombres de todos los tiempos y en los cuales quedamos como villanos nosotros los animales sin sentido común, a lo cual no podemos defendernos y mucho menos opinar...
- En unos minutos cuando termine esta carrera, te contaré de una fiesta mucho más patética y sanguinaria.
- Ahh si, ¿cómo se llama?
- Pues le dicen la fiesta brava y se me hace uno de los actos más despiadados y pretenciosamente imbécil por parte de los practicantes y seguido obvio por la pendejez de los que le llegan a llamar "arte taurino". Pero eso te lo platico al rato cabestrito porque ya me enojó hablar de tanta idiotez humana, ya ni sé quién es el animal en estos tiempos y pues !!épale!! llego la hora de correr y embriagar el estrenduoso humor de los animales - perdón, de los señores con paliacate rojo - que están esperando nuestra aparición. Dale mi cabestrito, llegó la hora y arremétele el pitón al que se te ponga enfrente... Viva la Fiesta de la irreverencia!!!

Gran final

Buena final se vislumbra para el próximo domingo dentro de la eurocopa 2008. ¿Cuál es su favorito? Por lo partidos vistos de las escuadras en cuestión, creo que Alemania puede dar la sorpresa dejando de lado al amplio favorito. Es cierto que los españoles han jugado de manera magistral cada encuentro con la misma dinámica - proponiendo y reteniendo la bola por mucho -, pero algo me dice que el temperamento de los teutones se puede sobreponer ante el buen funcionamiento rojo...
Esperemos que el deporte que mueve masas nos depare un espectacular partido al estilo puramente europeo, en donde no se limita la fuerza de la entradas, la rapidez vertical y el juego en conjunto que lo hace ser el mejor fut-bol del mundo. Yo voy con los teutones de coraza!!!!




El interruptor

Entre el parloteo de gente me encontraba mirando aquel rostro, que en meses pasados sonreía sin aparente aflicción o descontento con la vida, ahora se notaba ausente y callado, lejos muy lejos de donde alguien pudiese notarlo. Me preguntaba ¿cómo sería la transición al otro lado de la línea?, será que una vez cruzado el límite a lo desconocido, ¿habrá alguna extensión propia que nos coloque en un punto en donde aún se pueda sentir?.
Realmente no sé cómo sentirme en estas situaciones, no sé si estar triste, tranquilo ó indiferente, la verdad es que normalmente no logro definir el estado de ánimo que me provoca cuando el interruptor apaga la vida de una persona y pone fin a su estadia en este mundo. Cierto es que el panorama no es muy alentador en esos instantes e invariablemente prefiero mantenerme al margen del dolor ajeno, el cual desde mi punto de vista es algo tan íntimo y no debemos tratar de mitigar con palabras de aliento que no harán más que un eco por el momento.
Regresaba a casa manejando en carretera con mi papá platicando sobre lo sucedido, sobre la vida misma, sobre diferentes temas a los cuales no hay respuesta lógica y por momentos hizo arribo el miedo ante lo desconocido. Hubo ciertas frases que menciono mi padre, que hicieron mella en mis pensamientos, creo que sólo hay que tratar de vivir con pasión lo que esté destinado para nosotros, porque nunca sabremos cuando será la última vez...

Contrastes


Hace unos días venía en el camión rumbo a mi casa, era una tarde nublada y lluviosa, situación que me desagrada totalmente. Sentado en la butaca me hice participe de las conversaciones de los que allí se transportaban conmigo, a falta de música en los oídos, comenzé a hojear una revista que acababa de comprar, pero no leí más allá de una página porque me suelo marear cuando leo en movimiento. A través de la ventanilla observaba los lugares por los que suele atravesar la ruta, árboles, casas, semáforos, ví a un perro echado afuera de una carnicería, el cual me dio mucha risa porque con el deambular de la gente se encontraba tan tranquilo, como aquel que se encuentra de vacaciones esperando un coctel de bienvenida.
Transcurrian las calles, a dos butacas de mí se encontraba una pareja de señoras platicando amenamente de sus hijos y la familia, otros hablaban de varios temas que no alcanzaba a escuchar. Llamó mi antención una pareja la cual se abrazaba, bromeaba y en sus miradas se notaba que había esa química que se experimenta cuando una relación está en su mejor momento. Para mi mala costumbre, me puse a pensar de una u otra manera en el destino fatal que tendría esta pareja en un lapso determinado de tiempo - no por ser negativo -, pero la fugacidad en cuestiones de amor en estos tiempos se está volviendo en algo muy común por muchas circunstancias de las cuales prefiero no hablar. En fin, seguía observandolos e imaginando la conversación que tenían, añadiéndoles con mis dilemas un diálogo propio, pero sobre todo me dió la particularidad de imaginar el cómo se conocieron, cómo conviven y cosas por el estilo, las cuales los han llevado a estar juntos frente a mis ojos en el camión. Fluía mi pequeño experimento con los enamorados y pensaba sobre las situaciones, el destino quizás y concebía basicamente las siguientes líneas:

Intercambio de las primeras miradas se traslada a destellos en los pensamientos...
Intercambio de conversaciones se transforman en el primer conocimiento...
Intercambio de sonrisas nerviosas dan la pauta a la añoranza perdida en pretérito...
Intercambio de momentos triviales van acumulando grandes o pequeñas historias...
Intercambio de sensaciones, caricias, abrazos y vamos cayendo en el enamoramiento...
Intercambio de vivencias, costumbres, manías y las vamos haciendo propias por gusto...
Intercambio de lágrimas y dificultades hacen que se forje algo más intimista...
Intercambios y más intercambios pensaba...
Algo llamo mi atención por la ventanilla, una pareja discutiendo a gritos por la calle cambio drásticamente mi percepción ¿Por qué llegar a esos excesos?
¿Será que se gritan, porque se sienten lejos?

En vela


Llegas sin hacer ruido, socavas las mentes de los que suelen precipitarse al vacio. Noches más - noches menos, siempre ahí, latente sin dejar paso a la calma con la que deseamos huir del desvarío de los días que nos vota y nos acerca como abejas al panal de aforismos y desdenes que nos han llevado hasta el día de hoy.
Ya has hecho acto de presencia en mi noche taciturna, no te soporto ni un instante más...
Vas dejando un sin fin de preguntas insulsas...
Laceras mi rincón en el que suelo buscar asilo de los pormenores de mi estado de ánimo...
Haces mella taladrando cada instante vivido, deseado, extrañado, dolido, provocando un sentimiento de poca estabilidad en cuanto a mis convicciones y preceptos...
En verdad no te tolero más, porque pareciera que disfrutas la forma en la que me voy convirtiendo en un insecto Kafkiano a tu salud...
¿Qué esperas de todo este teatro que montas cada noche?
Me enerva la manera con la que manejas a tu antojo mi pasado, mi presente y mi futuro, el cual voy construyendo a pesar de mis altibajos...
Creas en mi mente desdeños homónimos de puertas ya cerradas y que siento superadas, para dar entrada al miedo, a la melancolía y a la incertidumbre de los momentos que nunca llegaron, y que sólo son destellos imaginarios de una mente que aún cree en la esperanza del buen actuar...
Pierdo la calma, cuando mi sentir está pendiendo del hilo con el que trazas tús artilugios al aparecer en mis pensamientos...
En cólera exploto contra la almohada, por tu cobardía al hacerte presente cuando no hay nadie más a mi alrededor, sólo somos tú, la noche y yo, que espero la contienda en silencio una vez más...
Voy preparando mis guantes para derrotarte méndigo insomnio, el cual inquieta mi sentir y mis pensamientos de las noches en vela, estoy listo para las batallas de madrugada y dejar atrás tu lastre lacerante como dardo, para así, poder respirar en calma un día más...

De prisa, porque no hay tiempo...

Todos van a paso derroblado como una estampida huyendo de quién sabe qué...
Van caminando estoicos, inertes sin cabida para mirar al de junto. ¿Qué hora es? 1:20 p.m. indicaba mi reloj en pleno centro de la ciudad, decidí sentarme unos instantes en una banca del parque para esperar que las manecillas marcaran las 2:00 p.m. hora en la que tenía que realizar algo pendiente. Hacía un clima espléndido; lejos del frío y ausente de calor, con ciertas ráfagas de un viento conmovedor el cual me atrapaba en un sentimiento de nostalgia sin motivo alguno.
Ahí me encontraba sentado como recien salido de una cueva, con los ojos bien abiertos, esperando que transcurrieran los minutos y ligeramente circunspecto por la prisa con la que los transeúntes se deslizan por la acera. Sí, con una prisa en demasia absurda quién sabe por qué, ¿a dónde van con tanta prisa?, al trabajo, al banco, a cobrar algún dinero, no lo sé, pero creo que la gente está muy ocupada y no tiene espacio para otras cosas - estar como yo sentado observando - porque en definitiva no hay tiempo que perder. Todos tienen prisa ¡prisa de qué!, ¿de no perder ni un instante de las 24 hrs. que nos toca vivir día a día?, ¿de quedar un paso atrás del vecino?, ¿de no alcanzar el éxito que brotará en envidias por los que nos rodean?, ¿prisa de llegar en primer lugar? o simplemente es una patología impuesta por la neurosis de una sociedad enajenada, la cual nos grita a cada instante ¡apúrate, porque te comen!, ¡anda con prisa, porque en la vida no hay tiempo para pensar!, ¡corre y vive tu vida recta, sin directriz que te saque del camino!, ¡debes de seguir los patrones preestablecidos! ( nacer, crecer, procrear, envejecer, morir = producto terminado), para que el día de mañana postrado bajo la tierra en un cementerio tu epitafio se lea:


"n" persona
Nacio un "x" mes del año "q".
Murio un "x" día del año "g".
Persona respetable, afable, trabajadora, recta y amorosa.
Lo recordaremos por siempre su familia, hermanos y amigos.
En paz descanse (ojalá y descanse,no vaya a ser que ande a prisa y sin tiempo en el más allá buscando la paz de la que se le hablo aquí en el mundo de los mortales).



No sé qué será, pero es imperante la forma con la que se lleva a cabo cada acto de nuestras vidas, siempre a prisa, siempre sin tiempo. Comemos, dormimos, despertamos, soñamos, trabajamos, reimos, fornicamos, mentimos, maldecimos, meditamos todo a prisa, muy aprisa y sin tiempo para pensarlo. Todo opera aprisa porque ya no hay tiempo para sentarse y ser por unos instantes espectador de nuestro actuar, principalmente la juventud, la cual es una parodia de una moral que sólo existe en los libros y pensamientos. La juventud de hoy todo lo traga y lo vomita aprisa por miedo a envenenarse; se enamora, se desilusiona, llora, ríe, olvida y vomita a prisa para adquirir en un acto seguido nuevas experiencias devenidas en nuevos olores, tacto, modos, experiencias, atenciones repitiendo de nuevo la escena una y otra vez hasta hartarse y convertirse en una generación de conformistas más en cuestiones del corazón, cultura y vida cotidiana.
¿El tiempo?, el tiempo ya no tiene tiempo para desperdiciar y regalar momentos de placidez, el tiempo sólo tiene espacio para recordarnos que está pasando por nuestros ojos y que poco a poco nos está llevando al final del precipicio que nos espera con los brazos abiertos. El tiempo está ganando la batalla lentamente, porque nuestra prisa por vivir, nuestra prisa por no pensar, nuestra prisa por desperdiciarlo, nuestra prisa por creer que lo aprovechamos nos ha vuelto poco inteligentes para saber que hacer con él y como invertirlo para nuestro beneficio. ¿Qué hacer ante tales disyuntivas?, ¿de prisa, sin tiempo?, ¿con tiempo pero aprisa?, ¿cómo reconciliar a estos puntos cardinales de nuestra actualidad?, ¿cómo saber si estamos en el punto medio de tales preceptos?
Aún no lo sé, son las 2:00 p.m. me retiro de la banca del parque porque tengo prisa y no hay tiempo...

En el supermercado


Ultimamente me agrada la idea de ir al supermercado y observar lo que ahí se lleva a cabo de manera cotidiana. Y me agrada la idea, porque hace algunos meses desperté con ciertas inquietudes, de esas que no te dejan durante días o quizás más tiempo. El caso es que me encontraba un día comprando diversos artículos en compañía de mi familia, iba de pasillo en pasillo hasta que me detuve en la zona de los detergentes - manía que tengo desde niño por los olores que ahí se localizan -, atravesé el pasillo dos veces para mantener esa sensación de la niñez que aún me sigue gustando. Minutos después me encontraba caminando por otra zona del laberinto de productos con preguntas que albergaba en mi cabeza, en ese instante, me quedé al inicio del corredor y me dí a la tarea de observar a las personas que ahí se concentraban para dar forma a los pensamientos que se hospedaban en mi cabeza.

Deambulaba observando a la gente y me preguntaba ¿Por qué dentro de una diversidad de posibles rutas,tendemos a tomar las mismas de siempre?, y si no las mismas, ¿Por qué todo se vuelve a presentar casi de la misma forma como lo hemos vivido y sentido?, - a unos metros de mí - un niño decidía que tipo de galletas llevar, inmerso en la disyuntiva de lo ya conocido ó lo que su madre le mostraba con otra caja. ¿Qué camino tomar? me puse en el lugar del niño, tal vez me resguarde en lo conocido por temor a equivocarme y llevarme un mal sabor de boca, pero ¿Si las otras galletas saben mejor?.

La vida es así, un corredor lleno de múltiples productos, sensaciones, momentos, sabores, experiencias que nos llevan de un lugar a otro. Lo desconcertante en ocasiones es que por lapsos de tiempo indefinido, tenemos ante nosotros un mar de opciones - unas más llamativas que otras - las cuales, cada quien por propias intuiciones no toma y escojemos lo que ya conocemos; o en su defecto tomamos otro producto y con el paso del tiempo se va tornando en lo que ya conociamos dejándonos como al principio de aquel descubrimiento o más confundidos aún.

Por eso me gusta ir al centro comercial, porque cada vez que estoy ahí y con quien vaya, doy inicio a mis pequeñas observaciones en los rostros de la gente que está pensativa en lo que va a tomar y llevarse a casa. Me gusta hacerme la idea de que están escogiendo el rumbo de sus vidas, me gusta pensar por ellos cuando toman un producto diferente al acostumbrado creyendo que va a cambiar el curso de su destino a sabiendas que en un lapso determinado de tiempo se hartarán del mismo y buscarán algo más, que los haga sentir nuevos otra vez. Es como pasar por cada pasillo, deleitarse con el mar de colores y sabores, escoger - dejar, equivocarse - acertar, soñar - despertar, reir y llorar el enigma de la cosas que nos va llevando de un corredor a otro, tratando de decifrar el acertijo de la vida misma y pareciera en ocasiones el " Eterno retorno" del buen Nietzsche.





Lecturas



Todos los elementos del universo contribuyen a la nostalgia de nuestra disolución, porque esa mirada de verdugo, sólo a través de la cual el caos nos es comprensible como un elemento del orden ficticio que nos permite entendernos de cierta manera con la realidad, sabe mirar más hondo que nuestros ojos y sabe descubrir en nuestra posibilidad de aniquilación la trampa de la realidad, la certeza de la nada.
Nuestra condición pasajera tiende siempre a subvertir el orden de nuestra angustias, trastocando el plan de acuerdo con el que el universo está concebido. La poesía misma se desentiende del amplísimo significado que tiene nuestra muerte para tratar de descubrir en la banalidad de la naturaleza y de los sentimientos del germen de una supervivencia inasequible. Por eso nuestra condición es desesperada; sólo la laboriosa presencia del verdugo, la lentitud del rito emético con que hemos de destruirnos, la visión espléndida de nuestra descompisición implica en cierta manera, si no nuestra salvación, sí nuestra escapatoria del ritmo opresivo de la vida.
No obstante la malignidad con la que nos es impuesta la realidad, nos engañamos a veces; creemos que nuestro destino es más que vomitar, más que confrontar pormenorizadamente el asco que nuestra conciencia acaba por descubrir en todas las cosas; nos olvidamos momentáneamente de nuestro deber de morir y de matar lo que sobrevive cada hora de nosotros mismos; tratamos de percatarnos de un vacío que excluya todo lo que de excrementicio aportan las horas que vivimos. Nuestra única realidad es el potro de tortura al que estamos anclados a pesar de las mareas falaces del sentimiento. Un atardecer, un rayo de sol es capaz de destruirnos con más malignidad que todas las tenazas del verdugo y sin embargo creemos descubrir en el crepúsculo, en la luz, el mentís a nuestra condición de gusanos coprófagos.
Todo ello forma parte del mismo engaño porque está constituido del lenguaje. Entre todos los artificios con los que pretendemos escapar a nuestra condenación, las palabras, el ordenamiento consciente de nuestras quimeras y de nuestras mentiras, constituyen la más aparente de nuestras ilusiones. En ello se concreta el absurdo de nuestra relación con el mundo. Tratamos de expresar lo inexpresable cuando nuestro único proferimiento puede ser el grito o el lamento. Y sin embargo nos aferramos a las palabras creyéndolas propias, patrimonio inalienable, justificación perenne de nuestra falsa grandeza. ¿Qué expresa el lenguaje cuando no expresa el dolor intenso de carecer de significado? Soñamos con las grandes realizaciones, somos capaces de concebir estructuras y proferimientos que tienen la grandeza siniestra y banal de las cárceles de Piranesi. Y es que entonces olvidamos al verdugo que somos y que llevamos dentro. Las palabras son el paliativo a nuestra urgencia de crimen, a nuestro goce de la mutilación.
¿Qué queda después de las palabras si ellas mismas no son sino una forma de silencio?
¿Qué queda de todos los gritos sino una sucesión macabra de ecos informes?
SALVADOR ELIZONDO

Viernes por la noche


Estaba recostado leyendo, recibí un mensaje al celular el cual me saco de mi relativa tranquilidad, me levanté y dio inicio el viaje onírico por mi cabeza. No tengo ganas de salir esta noche, pero, ¿si sucede algo imprevisto?, tal vez, algo que cambie el curso de las cosas o algún encuentro deseado y detestado al mismo tiempo - realmente no creo que se presente algo importante -, la duda ya hizo su aparición colocando en mi sentir algo de intranquilidad. Prendí un cigarro y salí a dar una caminata con mi perrita para disipar las dudas que llegaron con la entrada del mensaje.
De regreso en mi cuarto decidí no emprender el viaje a lo que podría depararme la noche, dí play al absolution de muse, apage el celular y retorne al laberinto de la soledad el cual estoy disfrutando mucho en estos momentos, terminó el pasaje musical, continué leyendo y al cabo de una hora se abrieron nuevos bríos en mis pensamientos. Cerré las páginas y escribí algo que traía atorado hace algunos días, terminé de redactar mi catarsis, me asome por la ventana y noté una luna tranquila con sus amigas las estrellas alrededor. Esa noche me sentí tranquilo, lejos de la inquietud que me provoca salir muchas otras veces a vivir nada substancial pero necesario, descubrí mi almohada, me recosté con un último pensamiento.
Está noche quiero que se haga presente el sueño y me lleve de la mano lejos muy lejos, a donde no pueda pensar más...

Rutina




5:30 a.m. Suena el despertador, abre los ojos, voltea a su izquierda y entre la oscuridad observa el cuerpo muy conocido de su compañera. No encuentra motivos realmente substanciales para incorporarse ese lunes por la mañana, se siente aún cansado - lleva varias semanas con la misma sintomatología-, ni hablar, se dice para consigo y se levanta del lecho aún tibio por su estadía varias horas atrás. Se mira al espejo, la imagen que refleja no le agrada del todo, toma el cepillo de dientes y empieza con el acto de limpieza como cada mañana: coloca sólo en la mitad de las cerdas la pasta, cepilla con rara singularidad sus dientes, enjuaga los mismos, enjuaga su rostro, una a una va posándose en el suelo la ropa que lleva puesta, se introduce en la regadera, abre la llave y espera en la esquina como ratón asustado a que el agua se torne caliente, se enjuaga, coloca jabón en su cabello y cuerpo, enjuaga, repite la operación y se consuma el acto secándose al salir de la ducha. Camina al closet, selecciona la ropa que llevará puesta, regresa a la orilla de la cama y da inicio a colocar sigilosamente cada una de las mencionadas, con el fin de no despertar a la que se encuentra aún dormida.
5:50 a.m. Camina hacia la cocina, calienta el café, enciende un cigarro y se sienta a contemplar como cada mañana la sala de su casa, los muebles, el televisor, la alfombra, la escultura que tanto le desagarada - producto de un presente por parte de su suegro años atrás -, las cortinas con una pequeña tonalidad amarillenta por el paso del tiempo y la falta de higiene, el cuadro de recién casados - el cual prometía una escena diferente a su vida actual, por los destellos que emanan esas miradas -, contempla con aire de desolación sentado en la cocina, sirve su café y lo bebe poco a poco mientras enciende el segundo cigarro, termina el ritual, toma las llaves del auto, se asoma a la calle después de haber transcurrido 25 pasos de la puerta a la acera.
6:15 a.m. Ya ha amanecido, entra en su vehículo, pasa la franela por el parabrisas para desvanecer los restos de una noche fría, enciende el auto, el sonido no es muy grato ¿por qué sonará así? se cuestiona a sabiendas de la respuesta - es el mismo auto que le ragaló su padre al cumplir 24 años -. Comienza a circular por las calles de la ciudad que lo llevarán al trabajo, se torna el semáforo en rojo y compra el periódico, mira el encabezado, lo mismo de todos los días, nada digno de leerse; opta por sacar algo de los beatles de la guantera, semáforo en verde, sigue avanzando por diferentes avenidas al ritmo de here comes the sun que es lo único que ultimamente le da un poco de sentido a su vida dentro de la locura de la ciudad.
6:50 a.m. Finalmente llega al trabajo produciéndole un mal humor. Entra al estacionamiento, deja su vehículo en el lugar de costumbre, los pasos lo llevan al vestíbulo en donde se encuentra la máquina de café, deposita algunas monedas para esperar el preciado líquido. Se introduce en el elevador en compañía de personas que ve todos los días, saluda indiferente a los demás y se concentra en sú café.
Llega a su escritorio que se encuentra junto a la ventana que le ofrece un cielo esperanzador esa mañana, revisa sus pendientes y comienza a laborar de una manera casi robótica entre el engranaje de personas que ahí trabajan. Llegan oficios que hay que revisar para su autorización aunado a todo el marco burocrático previo a la firma del líder de la oficina, el cual no tiene más allá de una maestría en mercadotecnia, publicidad o finanzas realmente no recuerda y no le interesa debido a que sabe de antemano que son conocimientos que bien se pueden aprender por propia mano en casa o en los tiempos libres.
9:45 a.m. Termina algunos detalles de un informe que debe de entregar ese mismo día por la tarde. Voltea a su alrededor y observa a los compañeros de trabajo parlando acerca del fin de semana, criticando severamente como estrategas al fut-bol, otros hablando de la consumación del acto sexual con alguna aventura llevada a cabo el sábado por la noche (producto de la presión colectiva de oficina), mientras su esposa y familia dormían en casa, unos más hablando mal a las espaldas de otros, algunos recibiendo la reputación que tanto esperan en sus vacias vidas por la compra del carro del año, y el resto quien sabe en qué estará pensando. Observando todo este panorama desolador en el que encuentra lo mismo de lo mismo desde hace 5 años, decide salir de la oficina a fumar otro cigarrillo, mientras va introduciendo más tóxina a sus pulmones se pregunta ¿en qué momento perdió la ruta que se había trazado años atrás?¿Será que se equivoco de profesión?¿necesitará unas vacaciones pronto?...
12:20 p.m. Recibe un llamado de su jefe, acto seguido, se encuentra en la magna oficina contemplando cuadros de los ilustres dirigentes del gobierno, a los que hay que venerar a pesar de las injusticias y la doble moral con la que dirigen sus ideas, porque de no ser así, es muy probable que pierda el trabajo que tantos dolores de cabeza le provocó obtener. Recibe una reseña breve de su desempeño en los últimos meses, muy elocuente por cierto, se le muestra las necesidades y proyectos que hay que cubrir en un corto plazo; asiente con la cabeza y emprende la retirada, pero antes de abrir el portal, lo regresa al banquillo un favor por parte de su jefe, el cual consiste en preparar un ensayo sobre los logros de la empresa y los planes futuros que se esperan obtener con el esfuerzo sistémico. El favor radica en la vergonzosa forma en la que se expresa su jefe de manera escrita - faltas horrorosas de ortografía, falta de ilación de ideas, etc-,pero como cabe señalar es su jefe - el preparado - y el debe de acatar las instrucciones al pie de la letra.
3:00 p.m. Marca al celular de su esposa y le comenta que no podrá llegar a tiempo al punto medio en donde suelen comer cotidianamente, debido a una importante misión de trabajo, a lo cual responde su cónyuge con un no te preocupes, ok gracias por entender responde instantaneamente, te amo afirma ella, se queda unos instantes callado, tenemos que hablar esta noche dice ella.
3:20 p.m. La oficina vacia, escritorios, computadoras, él ahí sentado junto a una coca-cola y un refrigerio previamente comprados minutos después de colgar el celular. Intenta escribir acerca de la misión encomendada, pero no logra acertar con las palabras. Aún ama a su esposa y ese te amo profesado por ella lo dejo aturdido por un instante, tengo que retomar la energía en mi relación porque está destinado al fracaso si llevo las cosas como hasta ahora van, se pronuncia en su mente. Mira por la ventana y una lluvia ligera se asoma por cielo con el sol de espectador abriendo camino a un lindo espectáculo que disfruta en silencio, transportándolo a la esencia misma de las cosas, ese estado en el que nos alejamos por un lapso determinado de tiempo y reflexionamos sobre nuestro actuar y lo que nos depará el futuro si seguimos en ese camino.
4:40 p.m. Decide mejor escribir una confesión a su mujer, la cual ha estado siempre a su lado,en las buenas y en las malas,dejando de lado sus sueños juveniles para unirse con amor y convicción a él, emprende el viaje entre artilugios y pensamientos atrapados en su mente para poder expresar de manera directa lo que ultimamente le ha venido aquejando el sentir...
5:30 p.m. La oficina nuevamente abarrotada de la multiplicidad de máscaras que llevamos muchos durante toda una vida, para encubrir nuestros defectos, errores, falta de convicciones,la fragilidad de la que estamos compuestos y un largo etcétera por recitar. Se siente más aliviado por la confesión que dá por terminada. Mira a su alrededor, y es atraído por las platicas de sus colegas, opina unos instantes,intercambia puntos de vista en cuestiones de trabajo y regresa en sí para dar por terminada la jornada laboral correspondiente al inicio de semana.
6:45 p.m. Sale del estacionamiento más aliviado, llega al semáforo en rojo y se dispone a escuchar algo de música de los beatles nuevamente, en el trayecto se vislumbra un hermoso atardecer digno de los espectadores que se toman la libertad de apreciar la diversidad de colores que el cielo nos regala. Sigue sintiéndose contento y en un arrebato de alegría llega a una florería,compra un ramo de flores para la que lo espera en casa. Suena strawberry fields forever y el sentimiento se desborda en lágrimas por su rostro.
8:30 p.m. Estaciona el auto, camina los 25 pasos hasta la puerta de su casa, mete la llave en el cerrojo y se dispone a entrar en su hogar. Todo le parece nuevo, los aromas, el color de las paredes, las cortinas amarillentas por el paso del tiempo, los muebles, la escultura. Deja sus cosas en el mueble y se dirige hacia la habitación, no ve a nadie, ¿está alguien en casa? preguntá, silencio y nada más...
8:45 p.m. Prepara café para dos, acomoda las flores en un jarrón que coloca en la mesa de centro, junto al mismo, la carta que redacto horas atrás. Marca al celular de su esposa, pero nadie contesta, otro intento y fuera de área, empieza a preocuparse y decide seguir esperando tomando café y viendo t.v.
9:30 p.m. Inquietado por las circunstancias, se dirige a su habitación y en el momento que se sienta en la cama para quitarse el calzado, percibe un sobre junto al buró, mismo que no miro minutos atrás. Se dispone a abrirlo y empieza a dar lectura a las líneas plasmadas en el papel.
10:15 p.m. Absorto de la magnitud de tales palabras, se levanta de un salto de la cama, no puede creer lo que acaba de leer, lágrimas se cristalizan por sus ojos porque de antemano era algo que esperaba por las circunstancias, se mira al espejo y no hay momento para analizar, para pensar, mucho menos para recriminar. Trata de repasar las líneas para detectar algún indicio de esperanza en ellas, pero solo se concentra en las últimas palabras las cuales le laceran el corazón y la razón.
Es la rutina y tú forma de actuar la causa que me ha llevado a tomar tal decisión, lo siento...




Instantes

Van formando pequeñas historías de nuestra vida, de momentos inolvidables a otros igual de buenos que nunca regresarán...
Son cómplices de nuestros secretos al congelar personas que ya se han ido
Rara vez muestran los malos ratos
Y así van una tras otra las fotografías capturando instantes de nuestro transcurrir...

Turistear legislativamente


Hace un rato estaba buscando que había en la t.v. , cambiando los canales me encontré con unas imágenes de las próximas olimpiadas que se llevarán a cabo en agosto del año en curso en Beijing China, por un momento pensé que estarían hablando acerca de los preparativos y el desarrollo publicitario generado en torno a este magno evento.
Mi pinche sorpresa fué tal, cuando empezaron a aparecer escenas de aztecas bien trajeados y pulcros como un alumno que se presenta en la motolinía un lunes cualquiera para iniciar su semanuca bajo la tutoría de las neuróticas monjas.Mayor fué mi asombro cuando salío a relucir que los pinches diputaditos de la ciudad de Querétaro están organizando un viajecito a las tierras Chinas paradojicamente en las mismas fechas en que da inicio el macroevento antes mencionado, según ellos para ir a capacitarse y aprender acerca de la forma en la que las leyes se crean y desempeñan por allá - qué poca madre de cabrones -,como es posible que salgan con tal pendejada y con la firme convicción de que están haciendo un esfuerzo a favor del estado donde tiran la hueva y lo qué es peor, un beneficio al país, ya que regresarán -según ellos- con innovadoras ideas y proyectos que van a poner en práctica para el bienestar de la población.
Yo no sé la verdad quien le cree a esta manada de servidores públicos, que lo único que buscan es ir a echar desmadre por allá,ponerse dos tres borracheras y de paso pues intercambiar fluidos corporales con alguna China,extranjera o de plano con las diputadas que los acompañan u otra azteca que se encuentren por allá -Cuestión muy particular que me preocupa cuando un mexicano sale a explorar tierras ajenas,termina con una compatriota habiendo tanta versatilidad-,y lo que es peor, malgastando el dinero que el proletariado inyecta por medio de impuestos, el trabajo diario y la esperanza de que va a ser bien utilizado el sudor de su rabo para beneficio común...
Pero en defensa de mi creencia salío una diputada haciendo mención que los recursos con los que van a ir a su desmadrito, son de un fondo que los diputados poseen y que se llama "BONO DE CAPACITACIÓN", el cual consta de $150,000.00 para cada uno,el cual emplearan en su importante y bien vista preparación disque intelectual -Ay dios mío,me cae que ya no saben que madre inventar para robar más-, al rato van a salir con cualquier pinche pretexto para adjudicarse bonos hasta por contingencias estomacales y/o por pedos matrimoniales en el caso de que a un diputadete lo agarré su vieja trepado en una putilinga o en el pelodromo a punto de consumar sus fechorías arrabaleras...
En fin, esperemos que a este grupo de intrépidos defensores de la justicia y del beneficio social les vaya de maravilla en la inaguración de los juegos olímpicos invirtiendo con inteligencia el sudor de la población...

Tardes con Mew


















Acabo de terminar de escuchar una excelente rolita llamada: "comforting sounds" de una banda escandinava denominada "Mew" que a mí parecer es un garbanzo de a libra dijeran los especialistas mosquientos que aparecen cada mes en los centro de revistas de nuestra bella y depresiva capirucha del estado... este disco en particular - Frengers - es para mí un pacto casi perfecto entre sintetizadores, art-rock,indie, voz suculenta y contenido letrístico que dispara las neuronas a otro plano lejos de los convencionalismos baratos que frecuenta nuestro circulo de escuchas capitalino 95.5 super degradación F.M., en fin, digo casí perfecto practicamente por los momentos en que este discovery me ha acompañado desde hace algunos meses etiquetándolo con el nombre de esas personitas que pocas veces en la vida le quitan a uno el aliento tan sólo de pensar en ellas. De cualquier manera los invito a que disfruten esta banda y chequen toda su discografía que es sumamente indispensable para pasar una tardecita fría en la comodidad de su alcoba o rolando con el buen ipod por las callejuelas de esta ciudad recordando,disfrutando e innovando aquello que nos ha impactado en nuestras vidorrias...
Discografía para aquellos curiosos:

  • A triumph for man (1997)

  • Half the world is watching me (2000)

  • Frengers (2003)

  • And the glass handed kities (2005)

El inicio...

Pues bien, el día de hoy he decidido crear mi modesto blog con la ayuda de un buen amigo,compinche de parranda,vivencias y demás. Con el transcurso de los días voy a incluir en este espacio mis roles diarios, información de todo tipo, pequeños detalles de mi forma de pensar cuando la reflexión se hace presente al final del día,al termino de una semana o simplemente cuando estás cansado y sumamente aburrido del entorno en que te encuentras, en el cuál no hayas un lugar a solas para poder expresar o comunicar lo que te está llevando a la locura en tú cerebelo jeje... Sin más por el momento se despide el buen Piper